[el original, escrito en la hermes baby que me dejó mi más querido tío abuelo]
Hubiese preferido volver a unirme contigo
cuando decidieras
no encarnar más hijos
y hayan crecido los míos
Pero te
encontraste con la descendencia
de un absurdo
silencio que creías perdido
y nos urgió
desenredar toda esa herencia
que tan
sutilmente había intentado teñirnos
Y
necesitamos volver allí donde nuestras furias
habían fluido
hacia un abrazo infinito
que derrite
a su paso todas las angustias
porque
contiene en su interior la capacidad
de
concedernos toda paz
sellando el
pacto que nos ayuda a contagiar
toda
vulnerabilidad
Y no
pudimos más
que unirnos
para solidificar
lo que debería
seguir siendo siempre lo mismo
disolviendo
lo que es indistinto
Y luchamos
para defendernos de la banalización
con la que fueron cubriendo lo que nos había partido
los mismos
que usaban la palabra “tibio” como acusación
porque nunca
entendieron todo lo que nos costó
llevar todo
ese dolor que deía ir a cristalizarse en el frío
para traer
esa pasión que hierve en la insoportable humedad del calor
Y cuando al
fin concluimos
nos devolvimos
a los mundos en los que siempre nació
lo que
nunca debería haberse ido
Allí donde
se decodifican todos los instintos
para dosificar
lo que debe ser extinto
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