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La Cueva Del Semieterno by Marina Castagnino is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

martes, 13 de noviembre de 2012

Hueco [de febrero del 2009]



El flujo de las suertes me llevó
por un sueño que no fue reparador
pero sí autoconsciente y carente de dolor

Yo subía con expresión absurda
a esa libertad que es siempre tan oscura
como ese hueco, receptáculo de algún sitio infinito
donde se interseca todo lo que es eternamente final
y eternamente principio

Donde mueren (inútiles) las verdades que no sienten
y son fomentadas todas las fantasías bastardas
Donde son fulminadas todas las poesías
carentes de esperanza encendida

Y (nuestra vida) esa minúscula chispa universal
al fin se atreve a comprender cual es su lugar
Llevándose consigo todos los desiertos y laberintos
todos los colores y los juguetes perdidos

Y por fin nos dejamos atravesar
por la sublime tenacidad
de nuestras gloriosas vulnerabilidades

Reconociéndonos chiquitos e inconstantes
risueños e intocables
alegres y atormentables

Fluyendo a la existencia
venciendo todas nuestras ansias de permanencia
sin deseos mutilados ni cantos premeditados
sin futuros asfixiantes ni sentidos derrocables

Y aticé con optimismo ensordecedor
esa fuerza rugiente en mi interior
que no era todopoderosa ni omnisciente
no era mesiánica ni inteligente

Sin embargo contenía 
en su espesor
la semilla
de todas las muertes que engendran vida

Fue un espectáculo tan adentellado y tan bizarro
que me sorprendió haber sido capaz de contemplarlo sin espanto
Y me dejé alcanzar
con los brazos tan abiertos como fui capaz

Porque recibir y contener esa beatitud en mi pecho
no es otra cosa que aferrarse a esa capacidad
de encarnizar todos los clichés sin vergüenza ni piedad

con desenfreno y sin moralidad
con el más entusiasta de los ánimos 
y sin la menor noción de la realidad

El sí rotundo al cuerpo como receptor
traductor, constructor y transmisor
de todo discernimiento y creación

El no absoluto a la renuncia como intermediaria para la liberación
de todo lo que hierve en su interior

Y llegar al vago recuerdo de cada instante feliz
y comprender, por fin
que para lo único que estamos aquí
es aprender a reír